JUANJO LA TORTUGA

Al estar tu cuna, al lado de mi cama, siento cada movimiento y hasta tu respiración (pregúntale a tu padre cuantas veces hacia que se pare en la madrugada para que vea si "esa respiración" era normal jeje) pero grande fue mi sorpresa al darme cuenta que ya no necesitaba pararme de mi cama para verte, ya que aprendiste a levantar tu cabecita de la cama cuando estabas boca abajo; como una hermosa tortuguita. Ahora cada mañana despierto con unos ojitos que me ven entre unas barandas, unos ojitos pícaros que me dicen "mamá, por si acaso ya desperté, ven lléname de besos" Y no hay día que no infle esos cachetotes con todo mi amor.


0 comentarios: